Esta competencia nace de lo comparación entre lo industria de la construcción y la industria automotriz. 60 estudios compuestos por destacados jóvenes arquitectos de Argentina, Bolivia, Brasil, Perú y Paraguay, fueron invitados a participar. En países como los nuestros los déficits de vivienda llegan a millones y, por lo tanto, continuar pensando la arquitectura y lo construcción en términos artesanales no parece un plan a seguir. El fin de esta competencia fue seleccionar cinco estudios que serán los creadores de cinco viviendas pequeños, atractivos, económicas y eficientes. Una casa propia, quizás lo primera para muchos. El legado de este proyecto es una revisión profunda sobre los nuevos modos de habitar y la vivienda del siglo XXI, un trabajo colectivo que excede los límites de esta competencia y se perfilo como un documento que aporta reflexiones y visiones diversas sobre uno de los temas más trascendentes de nuestra disciplina: el habitar contemporáneo y el derecho a una vivienda digna.